Elaborada con aceites salvajes ricos en Omegas, AntiOxidantes y fitonutrientes se trata de una aliada activadora y oxigenante para las pieles apagadas, desvitalizadas, taponadas o castigadas que necesitan un tratamiento protector, antipolución y anti-radicales libres.
Revitaliza, aporta brillo y tono jovial a la piel por su alto contenido en Antioxidantes –el Aceite de Moringa contiene más de 36 antioxidantes identificados- además de los que le provee la Manteca de Karité, el urucum –muy rico en betacarotenos- o el resto de aceites vegetales y esenciales.
Nutritiva, protectora, efecto barrera, gracias a los bioactivos de la Manteca de Karité, especialmente, el karitene, un hidrocarburo de cadena larga similar al látex
Protección solar baja: La Manteca de Karité contiene ésteres del ácido cinámico y alcoholes triterpénicos
Purificante y Detox: Minimiza los efectos negativos de la contaminación en la piel por la actividad purificante y anti-microbiana de una proteína catiónica de la Moringa con efectos biocoagulantes y floculantes capaces de convertir en cristalina el agua turbia.
Mejora inflamaciones e irritaciones por sus componentes cicatrizantes, anti-inflamatorios y anti-radicalares como la alantoina, , lupeol, ácido oleico, flavonoides y ácidos fenólicos.
Antiedad y prevención el envejecimiento prematuro: combate las consecuencias de los radicales libres en el envejecimiento celular y protege las células sanas del estrés y contaminación de la vida diaria, destacan la zeatina o la citoquina en el Aceite de Moringa o ingredientes de la parte insaponificable de la Manteca de Karité como la α-amirina o el lupeol que actúan como aceleradores de la producción de colágeno y elastina
Mejora el aspecto de la piel, humectación, elasticidad. La equilibrada combinación de ácidos grasos de los distintos aceites puede ayudar a minimizar las manchas, la sequedad de la piel y contrarrestar la pérdida de agua transepidérmica (TEWL)
Ayuda en las reacciones alérgicas: Algunos bioactivos como la α-amirina en la Manteca de Karité o el Kaempferol en la Moringa mejoran el metabolismo y la función celular. Los aceites esenciales de lavanda y manzanilla aportan un efecto anti-inflamatorio, calmante y antipruriginoso.
Preventiva del fotoenvejecimiento, de los efectos de la luz azul o de la contaminación electromágnetica, gracias los antioxidantes, los insaponificables y en karitene en la Maneca de Karité
Equilibrio y armonía aromátológica por la combinación tranquilizante de la lavanda vera y la manzanilla salvaje.
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